17 años en Internet

26 febrero 2014

Una frase le valió para ganar el debate sobre el Estado de la Nación

Otro año ha pasado y el Congreso de los Diputados ha vuelto a celebrar el debate sobre el Estado de la Nación. Se trata del segundo que se celebra con Rajoy como presidente del Gobierno. Debía de haber sido el tercero, pero haciendo talante de su carácter democrático, en 2012 el Ejecutivo decidió que no era necesario celebrarlo, puesto que en Noviembre de 2011 hubo elecciones anticipadas... dejándonos huérfanos de dicha "charla-colóquio" desde Julio de 2011 hasta Febrero de 2013.

Para los que seáis de fuera, el "Debate sobre el Estado de la Nación" es una pantomima que se realiza de forma anual en España desde hace ya 32 años, donde el partido que gobierna dice siempre que todo va bonito y el de la oposición exige dimisiones en masa mientras pone el grito en el cielo avisando de que una muchedumbre enfurecida se prepara para sacar la guillotina en Sol.

Por desgracia siempre es la misma historia, España siempre va peor de lo que debería y encima ninguna horda de gente saca las guillotinas para exigir responsabilidades. No pretendo enaltecer el terrorismo, sólo dicto de forma sarcástica la visión de que el vaso no esté medio lleno o vacío, símplemente uno está hasta los cojones de los hollygangs politiqueros que impiden que los españoles comamos. Y no, no he escrito mal hooligans, sólo he inventado un nuevo término para definir holly (sagrado) y gangster (mafioso).

Para empezar, desde el punto de vista Popular, el debate de hoy se ha centrado en que la crisis ha acabado, que ahora sólo vienen las cosas bonitas y que todo lo que dice la oposición es similar al apocalipsis Maya: No se producirá nunca. Hombre, no es por ser cenizo, pero llevo escuchando la profecía de los brotes verdes desde que Zapatero era presidente y cuando éste dejó la Moncloa, España contaba con 17.248.530 trabajadores (afiliados a la Seguridad Social). En Enero la cifra se redujo a 16.173.610, más de un millón de trabajadores menos en tres años. Como dirían los chicos de Jaguar: "Do the maths!".

Si esto es el milagro económico que asombra al mundo, Ministro Montoro, que venga Merkel y que nos haga copy-paste, se lo suplico. Si en la universidad hubiera entregado semejantes conclusiones con tales resultados, no sólo me habrían suspendido la asignatura de turno... me habrían vetado el acceso a la facultad, al campus e incluso me habrían desterrado al país imaginario de Nunca Jamás, donde me esperaría un mono con escopeta que me espetaría un: - "De aquí no te mueves hasta que recobres el sentido común". Acto seguido el mono seguramente cargaría el arma y me dirigiría una mirada de loco mientras frunce su ceño y come cacahuetes.

Y mientras el telele que dice ser presidente del Desgobierno, se puso una cinta en la boca, callando los escándalos de corrupción de su partido y sin mencionar a los inmigrantes muertos de Ceuta. Si en vez de una frontera los hubiera matado E.T.A. otro gallo cantaría.

Y desde entre todo este sin sentido, me quedo con una única frase del antihéroe de la oposición:
- "¿Usted en qué país vive?"

20 febrero 2014

Eso, lo tiiiiiiiiiras.

De vez en cuando, una vez a las mil, abro mi buzón y encuentro un buen puñado de publicidad en él. No es que los repartidos de publicidad, aparte de ignorar el buzón de publicidad, hayan decidido trabajar al unísono el mismo día, si no que un vecino de vez en cuando decide hacer limpieza y pone toda la publicidad de su buzón en el mío.

El Lunes me llamó la atención encontrar un panfleto publicitario de Jazztel que distribuyeron la semana anterior y que para más inri lleva como destinatario una dirección postal. Sí, uno de esos correos que van destinados "Al propietario del Nº40 de la Calle...". Ni qué decir que la dirección del destinatario no era la mía, si no que iba destinado al vecino de la puerta 40, así que escribí la siguiente nota y le volvía dejar la publicidad en su buzón: "Vecino, gracias por la publicidad, pero no me interesa ;-)".

Hoy abrí el buzón y me encontré otra vez el mismo panfleto sumado a más publicidad de días anteriores. Sí, ese panfleto que iba destinado a la puerta 40 y con mi anotación escrita. Ya mosqueado por encontrarme de nuevo el mismo panfleto, subí a la puerta 40 para preguntar a mi vecino si había algún problema conmigo. Toco a la puerta y me atiende una señora que podría tener perféctamente la edad de mi madre:

- "Buenos días." - Le saludo con educación. - "Mire, que acabo de abrir el buzón y me he encontrado con su publicidad en él."

La mujer frunce el  el ceño mientras le muestro el panfleto de Jazztel.
- "Es normal, eso lo tiras." - Coge el panfleto de Jazztel.

- "Ya bueno, sólo quería saber si tenían algún problema conmigo o algo, porque ya es la segunda vez que...".

- "Ya bueno, es normal, eso lo tiras". - Vuelve a espetarme mientras dirige su mirada al montón de panfletos que tengo en mi mano izquierda, los cuales pensaba tirar en mi casa y que me da a mi que pudo causar alguna clase de malentendido.

- "Sí, pero...". - Me preparo para insistir.

- "Que eso es normal, si pasa lo tiras". - La mujer insiste de nuevo.

- "Ya , bueno..." - En ese momento veo de fondo un mozalbete de mi edad, haciendo que mi subsconciente bloquee la frase de "pero si el problema no es que yo la tire, es que USTEDES NO TIRAN SU PUBLICIDAD, LA PONEN EN MI BUZÓN".

No acabo ninguna frase y la señora tira el panfleto de Jazztel a su papelera, por lo que acto seguido me despido con un cordial: - "Bueno, buenas tardes". - Me giro y llamo al ascensor, con la sensación de haber salido victorioso pero con el orgullo tocado.

13 febrero 2014

#brotes_rojos



Tengo 30 años, estoy casado y soy mileurista. En las últimas dos semanas me han roto los dos retrovisores exteriores del coche. Que vengan los señores Ministros a decirme dónde demonios ven ellos la recuperación económica.