17 años en Internet

28 abril 2015

Privacidad

    Durante los últimos años mi navegador preferido ha sido Chromium, la versión libre de Google Chrome, pero desde hace ya algún tiempo he vuelto a usar Firefox. Y la razón es simple: Google me da miedo. Lo querramos o no, Google se ha convertido en el gran hermano del siglo XXI, en un peligro para nuestra privacidad que a día de hoy puede superar a cualquier gamberrada de Microsoft. Chromium será libre, pero posee tal nivel de integración con las cuentas de Google que da miedo.

    Como mucha gente, utilizo una cuenta de GMail, puesto que considero que es el servicio de correo gratuito más completo, además de que ya son 11 años usando la misma cuenta. Al principio, cuando me uní, la cuenta de GMail sólo te daba derecho a tener eso, una cuenta de correo. Hoy es el identificador genérico de Google, con el que puedes medir tus estadísticas en Google Analytics, comentar en Youtube o abrir Google Plus una vez al mes. Desconozco si esto ha sido así por vagueza de Google o por marketing agresivo. Pensarlo no me quita el sueño y además puede que la respuesta sea la unión de ambas cosas. En todo caso un servidor añora aún la época de Google Reader, pero como todo lo excesivamente guay y gratuito, acabó muriendo.

    Por ser, es hasta el identificador de todos tus dispositivos Android, gracias a los cuales Google ya sabe situar en qué región del mundo se encuentra mi wifi y me localiza fácilmente con Google Maps. Hay tanta integración y con tanto dispositivo y servicio de red, que Google me puede dibujar patrones sobre dónde trabajo, dónde vivo y ofrecerme el historial de mis localizaciones pintado por trazos de los útlimos años. Para ello le basta saber en qué lugares aparezco con frecuencia y a qué horas: De día, este lugar debe ser su curro; Pero si es de noche, este lugar será donde duerme. No bromeo, cada mes recibo en mi correo un reporte de mi cuenta de Google donde puedo observar ese tipo de detalles, aunque ellos en su asunto lo prefieren llamar "Panel de control de Google: actividad de tu cuenta". Todo esto se puede deshabilitar, pero uno se pregunta cuantas veces habremos dado permiso a realizar semejantes mierdas a otras empresas gracias a la cultura del "Sí, he leído y acepto las normas del servicio. Continuar.".

    Ayer era Microsoft, hoy es Google, mañana puede ser Steam o el mismísimo Candy Crush. Y si no estás contento, te cambiamos las normas del servicio y te avisamos con un correo electrónico que sabemos que no leerás. En fin, problemas del susodicho primer mundo.

18 abril 2015

Físico, digital y DRM

    Pandora's Tower es un juego con alma de joya que salió a la venta sin pena ni gloria cierto día de 2012. Apenas llegó a colocar 100.000 unidades en Europa, de las cuales el 50% de las ventas corresponden al Reino Unido y a Alemania. Parece mentira que Nintendo, distribuidora del juego en Europa, sacara una tirada tan reducida cuando la Wii se encontraba ya en más de 30 millones de casas europeas. Para daros cuenta del disparate, hasta un fiasco mayúsculo en ventas como el "Wii Music" llegó a colocar en nuestro continente más de un millón de unidades.


    El resultado de esa política es bastante notoria para la gente que, como a mi, le gusta reclutar este tipo de juegos: Nunca lo verás en la sección de "seminuevos" de un Cex o Game, puesto que resulta relativamente fácil encontrarlo por Ebay por 50 euros, más gastos de envío.

    Hoy recibí una grata sorpresa abriendo uno de esos mailings tan pesados que te manda la empresa de turno. De normal selecciono todos y los marco como leídos, pero el destino o la suerte, pese a que ambas no existen, quisieron que abriera el correo promocional de Nintendo, anunciando el juego en su formato digital para descarga en Wii U por 14,99€.

    La oferta es buena, para que negarlo, pero no me veo a Nintendo siendo la nueva Steam ni por asomo. Pese a que la oferta resulte tentadora, yo odio el sistema digital. Vivimos en un mundo globalizado, donde las empresas quiebran, cambian de políticas de la noche a la mañana o simplemente son absorbidas por otras empresas. Nintendo, como tal, puede desaparecer algún día y en caso de que se te averíe tu consola, te será imposible jugar los contenidos descargados en otra máquina, aunque los tengas guardados en un disco duro externo: Es la magia del DRM, para evitar la piratería en las consolas todo contenido va ligado a un número de serie/cuenta de la consola y no del usuario. ¿Quieres el mismo juego en dos consolas que posees? Paga dos veces, por lo menos con Nintendo. En el caso de Microsoft, por ejemplo, si ligas tu cuenta a otra consola distinta a la compra, estarás obligado a estar conectado para poder jugar, produciendo malestar supremo en caso de que se te caiga internet, te marches al pueblo de vacaciones o simplemente fueras víctima del bug de las 3 luces rojas.

    Me gusta mencionar mucho el tema del DRM de descargas y relacionarlo con Microsoft. Vosotros por que sois muy jóvenes, pero hubo un tiempo donde el Windows XP era el amo y señor de todo equipo y su reproductor multimedia permitía la compra de música digital bajo demanda, algo así como el iTunes, pero de Microsoft. Mucha gente de todo el mundo, ya sea por considerar amoral el uso de otras vías de descarga, o ya sea por desconocer otras plataformas mejores, compraba su música a través del Windows Media Player. Un día Microsoft cerró su servicio, dejando tirados a sus usuarios. Eso sí, tuvo el detalle de avisar con cierta antelación, para que los usuarios (antes clientes) pudieran bajarse a su PC todos los contenidos que pagaron en su día. Y no se supo nada más hasta que decidieron sacar el Zune, pero eso ya es otra historia.

   Parecerá una locura, pero prefiero pagar 50 pavos por Ebay para tener el juego en un disco físico que 15€ en formato digital. Aunque ninguno de los dos casos me parece una solución aceptable, me gusta comprar algo que no sean sólo unos y ceros en una nube.

05 abril 2015

Nintendo censura una partida en Youtube de un reviewer independiente con más de un millón de suscriptores

    Angry Joe es un "youtuber" independiente, que analiza con una asombrosa franqueza y todo tipo de detalles todo juego moderno que pasa por sus manos. Hasta el punto que, mientras la prensa especializada te cuentan siempre bondades sobre el juego de turno, él te puede hacer vídeos de 40 minutos con los detalles sobre por qué The Eldel Scrolls Onlinel y The Order 1886 apestan o por qué Alien Isolation es el mejor juego de la saga Alien que hemos visto en la última década. Más de un millón de suscriptores avalan el saber hacer de este señor. Os recomiendo también sus valoraciones sobre Dragon Age Inquisition y  Dragons Dogma.

    Además de subir sus análisis de juegos ("reviews" en inglés), también tiene por costumbre ir poniendo en su canal las partidas de los juegos que va probando, para ir abriendo la boca a sus suscriptores sobre cual será su próximo análisis. Y aquí tenemos su última sorpresa: Nintendo le ha bloqueado su último vídeo, en el que Joe y cuatro amigos juegan una partida de 30 minutos al reciente Mario Party 10 por "violación de copyrights".

    Como varios de vosotros sabréis, o no, Nintendo lanzó a finales de Enero un programa de afiliación en Youtube, por el cual Nintendo deja que compartas en dicha red social contenido de sus juegos a cambio de recibir ellos el 40% de los beneficios de la publicidad que generas. Además de ello, tus vídeos deben de estar sujetos a la aprobación de Nintendo y es por ello que Joe no se suscribió: ¿De qué le sirve suscribirse a un programa así si sus contenidos pueden ser desechados por Nintendo en caso de que la empresa considere que no son apropiados? Viva la libertad de expresión....

    Joe y sus amigos no se metieron con el juego, el cual, dicho sea de paso, varias revistas del sector lo han destrozado. Al contrario, durante los treinta minutos que dura la partida se ven a cuatro personas pasando un buen rato, lo cual, viniendo de un usuario de Youtube con un millón de seguidores y que además es conocido por su franqueza... puede hasta considerarse muy buena publicidad. Pero claro, Joe no pasó por caja: Al no estar en el programa de afiliación de Nintendo, él no tenía que pagar el 40% de los beneficios de la publicidad que genera a Nintendo y esta a su vez ha reclamado el cierre del vídeo a Youtube porque según la multinacional japonesa, Joe está incumpliendo con sus derechos de autor. Sin palabras. Menudo siglo XXI nos espera si los que analizamos juegos, seamos profesionales o no, tenemos que acabar pagando a los distribuidores de estos.

    Y aquí tenemos la respuesta de Angry Joe a Nintendo:


02 abril 2015

La France...



Cartel de bienvenida en el aeropuerto de Orly (París).



El empleado debe de estar siempre despierto: Cafés a cinco céntimos.



Apartamento de 27 metros cuadrados por 172.000€.
Montreuil, pueblo limítrofe de París.



Metro gratis hoy, razón: Excesiva contaminación.



Kebap francés.



El DVD de El Cid, protagonizada por Charlton Heston.



El Arco del triunfo.



La Torre Eiffel




La Place d'Italie, París