En lo que concierne a la tecla “control”, compré una nueva bisagra de plástico en AliExpress, dado que la anterior se había doblado y por eso la tecla no encajaba correctamente. No obstante, la instalación de la nueva bisagra resultó ser más complicada de lo que pensaba, puesto que no encajaba de forma fácil y se me rompió, por lo que finalmente desistí y me vi obligado a prescindir del uso de dicha tecla. En cuanto a las teclas que presentaban fallos, procedí a desmontarlas con cuidado, limpiar los contactos y volver a ensamblarlas. Sin embargo, esta acción no sirvió de nada, ya que las teclas continuaron fallando. No sé qué hicieron exactamente mis gatos, pero ese teclado estaba condenado.
Como solución temporal utilicé un teclado externo, lo cual resultaba bastante incómodo, ya que perdía su esencia como dispositivo portátil. Y es que resultaba molesto tener que transportar un teclado adicional para poder utilizar un simple laptop. Para mayor inri, mis gatos mordieron parte del cable del adaptador de corriente, dejándolo inutilizable y obligándome a adquirir uno nuevo. Y, a pesar de mis intentos por reparar el cable, el cargador dejó de funcionar. La broma de adquirir del nuevo cargador tuvo un coste aproximado de 50€. Desconozco la razón, pero debo admitir que un par de años antes me ocurrió algo similar con el adaptador de mi Mega Drive. Parece que ciertos plásticos utilizados en cables resultan irresistibles para los gatos.
Es importante mencionar que se trata de un portátil con cierto valor sentimental, al que realicé una mejora completa a lo largo de su vida (le instalé un disco SSD de un terabyte y lo amplié a 16 GB de RAM DDR3 a 1333 MHz). Además, en 2019, antes de que se me estropearan las teclas, el portátil empezó a dar problemas a nivel de hardware y tuve que enviarlo a un servicio técnico externo, ya que Apple ya no reparaba ese modelo de portátil (literalmente, a pesar de ser un modelo de menos de una década, el soporte técnico de Apple se negó a repararlo). El problema consistía en que, debido a un componente que producía en placa un leak de energía que hubo que cambiar, el portátil dejaba de cargar y no arrancaba, incluso sin batería. Cabe destacar que, en los modelos Macbook Pro Unibody, es habitual que el ordenador pueda arrancar si se conecta directamente a la corriente, sin necesidad de batería. Digamos que si al retirar la batería de tu antiguo MacBook éste no arranca estando conectado a la corriente es probable que exista una avería en su placa base.
Tras catorce años usando este portátil y teniendo en cuenta sus reparaciones y ampliaciones hasta su límite, me resultaba triste considerarlo un objeto inservible por culpa de un teclado “roto”. Comencé a buscar alternativas para repararlo y lo primero que consideré fue conseguir algún teclado de repuesto. Y de hecho, me sorprendió el elevado precio de los teclados de reemplazo que encontré, con vendedores que llegaban a solicitar hasta 170€ por uno para Unibody. Visto el percal, me puse a mirar si existía alguna alternativa más económica y descubrí un mercado considerable: el de los MacBooks en mal estado o destinados para el desguace.
Conseguí encontrar con tremenda facilidad subastas de MacBooks en mal estado en eBay, no obstante, no logré ganar ninguna de las pujas. Literalmente las perdía todas en los últimos segundos. Sin embargo, un anuncio en Vinted captó mi atención: un portátil similar al mío, con un posible problema de batería o placa base, cuyo vendedor indicaba que para encenderlo era necesario conectar el cargador mientras que simultáneamente pulsas el botón de encendido. Además, la fotografía mostraba claramente que la batería no se cargaba a pesar de estar el equipo conectado a la corriente.