Fuente: www.businessportal24.com
Un preso rumano ha demandado a Dios por dejarle en manos del Diablo. Argumenta que cuando se bautizó se selló un contrato entre él y Dios donde este debía mantenerle alejado del Diablo y de los problemas. La demanda fue cursada, pero se desestimará puesto que el acusado no puede personarse.
Un preso rumano ha demandado a Dios por dejarle en manos del Diablo. Argumenta que cuando se bautizó se selló un contrato entre él y Dios donde este debía mantenerle alejado del Diablo y de los problemas. La demanda fue cursada, pero se desestimará puesto que el acusado no puede personarse.
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