17 años en Internet

29 enero 2015

Medios de destrucción masiva

- ¡¿Pero qué coño estás haciendo!? Esto urge, ¡es para hoy!

    Por lo menos alguno de nuestros jefes nos ha dicho esa frase una vez en la vida, aunque fuera en aquella etapa de tu existencia donde empezaste a trabajar por primera vez. Es nuestro jefe, nos encontramos en Babia pensando sobre el sexo de los ángeles y necesitamos un estímulo para recalcular las prioridades. Así, cual reacción en cadena recibimos un aviso perturbador y fuerte para exigir una reacción igual de contundente en tus labores. Es lógico, si algo urge debe hacerse primero y además debe de hacerse bien. Y es que tal y como reza un cartel publicitario de "Médicos del Mundo" que leí en Francia: "Las urgencias no entienden de esperas".

    Y es que en Francia tienen una situación económica que copa todos los informativos día tras día. Tienen una tasa de paro similar al que teníamos nosotros en época de bonanza (10,5%), pero para ellos es el acabose. ¿Recuerdan a Zetaparo? Bueno, Hollande perderá las próximas elecciones dejando un salario mínimo similar al salario medio español (1.445,38€) y una jornada laboral de 35 horas semanales.

   Eso sí, aquí tenemos una tasa de paro 24%, una deflación del 1%, una deuda pública que con el ejecutivo actual ha pasado del 69,3% del PIB al 96,8% (nunca antes en nuestra democracia alcanzamos semejante nivel). Hacemos 40 horas semanales y rara vez cobramos las extra, además de que en las nuevas contrataciones el número de indefinidos a tiempo completo resulta ser un simbólico 4,4%. Eso sí, en las noticias de televisión hay un discurso triunfalista. Parece que en España nos llueve dinero de todas partes, tal y como decía el señor Botín. Espero que en mi lecho de muerte me encuentre con él para que me explique, el difunto banquero, como pagamos una deuda pública en alza en una situación de deflación (debes más y recolectas menos en impuestos de consumo).

   Despierta, te han subido la edad de jubilación. Te han congelado la jubilación y el salario mínimo. Te han subido el IVA y aunque te digan que te han bajado el IRPF estás pagando más impuestos que antes de que comenzara la legislatura. ¿No nos decía el señor Pons que el Partido Popular aspiraba a crear tres millones de puestos de trabajo? Bueno, el paro no bajará del 21% hasta dentro de diez años según la Organización Internacional de Trabajo. Despierta Pons, coño. Tu partido se ha financiado con dinero negro y el mendigo que vive en el parque de mi calle no vivirá hasta 2025. Espabila coño. Me da igual tu ideario, si el sistema está defectuoso y urge arreglarlo me veo en la obligación de poner el grito en el cielo para que reacciones.

   ¿Paciencia? Las urgencias humanitarias no necesitan paciencia. Y no, no estoy siendo demagógico. Yo soy esa persona que va a comprar al supermercado y ve mendigos. Soy esa persona que va en metro y ve mendigos. Soy esa persona que trabaja, que pese a no ser rica no pasa hambre, esa persona que se jubilará a los 67 en un sistema de seguridad social que quebrará antes de que llegue a tal edad. Actualmente la tasa de paro juvenil está en el 51%. Con semejante cifra, ¿quién coño pagará mi jubilación en el futuro? Negarlo es irresponsable e ilógico y denunciarlo no es ser proetarra, populista o agitador.

    No me vengáis con el cuento de la herencia recibida, a día de hoy ya es público y oficial que las principales comunidades autonómicas donde ha gobernado el actual Ejecutivo falsearon sus cuentas: Valencia, Madrid, Murcia... por listar los casos más sonados. Os financiáis con dinero negro y dais lecciones de moral. Señores, no se puede vender que no hay dinero para la Sanidad, la ley de dependencia o en Educación mientras compramos bancos en quiebra como Bankia. Y ojo, que os lo dice un usuario de Bankia.

    No hay dinero, no hay dinero, no hay dinero. Señores, esto es una guerra de clases y tal y como me recordaron en Francia, la guerra de clases incluye la palabra guerra. Lo siento ricos, pero sobráis. Vosotros tenéis a favor el poder y las leyes. Pero nosotros somos mayoría. No digo que no tengáis que vivir una vida de lujo, ni mucho menos, como si queréis divertiros quemando dinero, pero por ejemplo me parece indecente o inmoral cobrar más de un millón de euros al año. A mi si me ofrecieran más de un millón de euros... lo rechazaría.

   Tú eres un joven español de 20 años que empieza a trabajar y seguramente a lo largo de tu vida llegarás a haber ganado, como mucho, 4 millones de euros. Pero claro, no serás millonario, porque te lo habrás gastado en mamandurrias sin importancia como comer o pagarte un techo para dormir. Por otro lado Messi tiene un salario anual de 12 milllones de euros, pero sumando contratos publicitarios se estima que él y Cristiano Ronaldo ganan unos 40 millones de euros al año. Ahora pongamos que, pese a que Messi fuera cazado en su día por evasión fiscal, pagan ambos aproximadamente el 50% de sus ganancias en impuestos. Ok, ambos futbolistas ganan en un año 20 millones netos, los cuales dan para que puedan vivir cómodamente él, sus hijos y sus nietos. Y por el otro lado tenemos a Matías, tu vecino, el vago cabrón que debe cuatro derramas de la comunidad por el mero hecho de no tener curro o cobrar una puta mierda en negro. Por cierto, ¿sabéis quién ha cobrado también en negro? El partido del Ejecutivo actual. Sí, ya lo he mencionado varias veces en esta entrada.

   Vaya, si equipos como el Barcelona o el Real Madrid pueden pagar sueldos de 10 millones de euros anuales, será que en ciudades como Barcelona o Madrid hay dinero. Si equipos de segunda fila como el Valencia todos sus jugadores ganan más de un millón de euros, será que en Valencia también hay dinero (pese a que siempre hablen de que están en quiebra). No me jodáis, esto es inmoral.


Poder - El Chojin.

26 enero 2015

Juegos que adoro... pero que no me he podido pasar por vagancia

    Desde hace años la gente siempre me ha catalogado de Gamer, hasta el punto que mucha gente me ha ido preguntando qué consola comprarse o qué opinión tengo sobre cierto juego. Entre mis mayores logros se encuentra el hacer descubrir a antiguos compañeros de trabajo la gran maravilla que era el primer Bayonetta. No les culpo, llevo jugando desde la época del Spectrum y tengo un gamertag con casi 38.000 puntos.

   No obstante, ya sea por vagancia, por aborrecimiento o por falta de tiempo, debo de reconocer que durante mi vida he ido descubriendo una serie de juegos que me encantaría haberme pasado pero que nunca lo he hecho, a pesar de considerar varios de ellos como auténticas obras maestras.


- Dark Souls, 2011.




    Adoré este juego desde el momento en que lo jugué por primera vez. Quitando el hecho de su extremada dificultad, recuerdo que lo acabé dejando porque tras 30 horas de juego aún iba, aproximadamente, por la mitad de la historia. Es decir, me cansé de gastar tardes en un mismo lugar para poder subir de nivel y que a lo mejor, en una semana, conseguía realizar algún avance importante en el extenso mapa del juego... Me encantaba el reto que suponía el juego, pero llegó a un punto en que lo aborrecí, se volvió tedioso para mi, no veía que avanzar un poco más en la historia pudiera significar una recompensa para las enormes cantidades de horas que le dedicaba. Aún así, volvería a jugarlo, desde cero, pero por desgracia necesitaría días de 30 horas para poder degustar este título como se merece.


- Metroid Prime, 2003



    Por culpa de este juego acabé comprándome una Nintendo GameCube. Quedé enamorado por sus gráficos, por su increíble ambientación en primera persona mezclada de forma magistral con la fórmula de mazmorras y puzzles de la saga Metroid... manejado de forma magistral con uno de los mejores gamepads nunca creados para consola. Sin duda es el juego de GameCube que más me marcó y además recomiendo jugar encarnizadamente a este título a cualquier persona que nunca lo haya probado. No sé por qué dejé de jugarlo en su día, sólo sé que estaba en la recta final de la historia, que un día me puse a jugar a otro título y que semanas más tarde quise volver a rejugarlo, pero ya había perdido la noción de qué pasos había realizado y cuales no...


- Mass Effect 3, 2012



    Mira que me encantan los títulos de BioWare y además soy consciente de que Mass Effect 3 es un juegazo. No obstante, a pesar de ser el título con mayor presupuesto de la saga, su falta de novedades me mató. Tras gastar una quincena de horas en él me empecé a replantear por qué estaba jugando con él... puesto que acababa realizando exáctamente las mismas mecánicas de juego que en Mass Effect 1 y 2. El uno era mucho más pausado, pero me lo pasé sin pasteñear, en cambio éste es mucho más de acción y me aborreció. Quiero jugarlo, quiero pasármelo, pero me cuesta. No me ofrece un reto nuevo... hasta el punto que sus constantes giros de trama y de guión no suponen una recompensa sufuciente para el número de horas que pueda gastar en él. Quién sabe, a lo mejor algún día lo retomo y cambio de opinión.


- Xenoblade Chronicles, 2011



    Tengo que aclarar que aunque el juego saliera en 2011, realmente me hice con él el año pasado. Sabía que era un juego con mucho renombre, pero hasta entonces no me llamó mucho la atención. Fue encender la Wii y alucinar, puesto que hasta la fecha no pensé que la consola de Nintendo fuera capaz de mover juegos con semejante calidad gráfica. Puede que no tenga gráficos en 720p o 1080p como los juegos de PS3 o Xbox 360, pero pese a emplear una resolución baja dejan con la boca abierta a más de uno. Si tienes una Wii y te encantan los juegos de rol debes de hacerte con esta obra maestra, ahora bien, te aviso que necesitarás un mando clásico para degustarlo mejor.

   Es un título que a diferencia de los anteriores no dejé de jugar por aborrecimiento, por ser tedioso o por falta de tiempo, si no por motivos laborales. En aquella época mi anterior empresa me mandaba a realizar una serie de certificaciones a Madrid y tampoco era cuestión de llevarme una Wii al hotel. Luego en Diciembre cambié de empresa y dejé de viajar a Madrid... pero los astros quisieron que mi nueva empresa me empezara a mandar entre semana a París. En fin, quién sabe, a lo mejor lo rejuego en Febrero.


Otras menciones de honor:


14 enero 2015

El metro de París

    A lo largo de mi vida he hecho uso del metro de Tokio, París, Madrid, Barcelona, Buenos Aires, Londres, Valencia o Bruselas, entre otros, y desde mi modesta opinión el de la capital gala es el mejor de todos.


    Puede que no sea tan impoluto como el de Tokio, pero sorprende muy gratamente por la calidad que ofrece y su bajo precio. Remarquemos, por ejemplo, que el billete sencillo cuesta apenas 30 céntimos más que el de Valencia, en una nación donde el salario mínimo es prácticamente similar al salario medio español. Y además de eso, tienes una cantidad bastante amplia de líneas y muy larga de estaciones. Sencillamente este metro cumple muy bien con su labor de transporte público.


    ¿Pierdes el tren? Sin problemas, en condiciones normales tienes otro en menos de dos minutos. No exagero, las estaciones cuentan con paneles donde te informan cuando pasará el próximo tren. Puede que tenga como pega que el metro no está abierto 24h (el primer turno empieza a las  5:30h de la mañana y el último a la 1:40h), pero aún así su horario me parece perfecto, puesto que yo vengo de una ciudad donde estás realmente jodido si coges un avión a las 7:00h de la mañana o si aterrizas a las 23:00h de la noche.

    Básicamente estamos ante unos horarios, unas conexiones y un precio que invitan muy bien a olvidarte de pillar tu coche o pedir un taxi... y eso es algo que habla muy bien de París.

11 enero 2015

Carrefour Alfafar me vende un DVD... sin disco.

    Mucho ojo con Carrefour Alfafar (Valencia). Atraídos por una promoción de 3x2 en películas, mi mujer y yo acabamos comprando varias pelis en este local. Entre las películas que seleccionamos se encontraba la de "Infiltrados", protagonizada por Leonardo Dicaprio y dirigida por Martin Scorsese.

   Lo primero que nos llamó la atención es que la portada y la contraportada estaban rotas, desperfecto que detectamos en casa y que no notificamos en el centro comercial. Tras desprecintar el estuche y abrirlo nos encontramos con esto: No hay disco, nos han vendido un DVD sin DVD.

  Encima, mi gozo en un pozo, mañana cojo un avión al extranjero por motivos laborales y no estaré en Valencia hasta el Sábado, con lo que los 8 euros que me costó este DVD casi que muy seguramente me los voy a comer con patatas.



02 enero 2015

Nuevo año, nueva etapa

    Hace tres semanas cambié de trabajo, tras pasar siete años en F1-Connecting. He cambiado una empresa instalada en un bajo a fichar por una multinacional, donde todo es lo mismo y a la vez es distinto, así, como suena; He cambiado el acceso al centro por medio de tarjetas de identificación por otros protocolos más parecidos a una película de 007; Cambio el suelo falso por moquetas impolutas; Cambio mis Makefiles en Vim por Frameworks de Microsoft; Cambio el levantarme y llegar a la oficina en 20 minutos por el madrugar un poco más para pillar un "valenbisi" para llegar al trabajo; Cambio mis esporádicas visitas semanales a Madrid por otras a París; Y en el mundo en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ni Calderón de la Barca lo entiende. Por lo menos el café es el mismo, tenemos el mismo proveedor de cápsulas.


    El cambio, se quiera o no, es brusco. Son siete años que pasas viendo las mismas caras, compartiendo cafés o almuerzos y un día, todo eso desaparece. Sean majos o desagradables tus compañeros, es que son siete años juntos... Y un nuevo día amanece y tomas un café con otros compañeros nuevos. El mundo sigue girando, dicen. Suspira, coge aire, mirada en alto y a comerte el mundo.