¿Cómo viaja un español a un país extracomunitario?
- Se presenta en el control de pasaportes portando un pasaporte válido.
- En dicho control rellena (si no lo ha hecho ya durante su vuelo) un formulario donde indica sus datos personales, la ciudad donde se encontrará y a ser posible (pero no es obligatorio) la dirección del hotel donde se encontrará.
Parece simple, básicamente, mientras tengas un pasaporte, tienes barra libre de viajes. Ojo, hablo de viajes a países extracomunitarios comunes. En ningún caso hago referencia a países como Corea del Norte o Cuba.
Ahora viene lo gracioso, ¿cómo tratamos nosotros a los extracomunitarios que quieren venir a España?
- Deberá presentar su pasaporte en el control de pasaportes (esto es lógico).
- Deberá de presentar al factura cerrada del hotel donde se alojará y del billete de vuelta.
- Deberá presentar la reserva y el itinerario de un viaje organizado.
- Deberá demostrar que tiene más de 64,14€ por día de estancia, con un mínimo de 577,26€.
Los últimos dos puntos están impuestos desde el 10 de Mayo de 2007, definido en la orden PRE/1282/2007. A priori son dos puntos abusivos, dos puntos que impedirían a cualquier español volver a España si se tratara a todos los seres humanos por el mismo brasero. Estamos hablando que todo esto sólo sirve para conseguir un visado turista tradicional, de 90 días, el cual a priori no te da derecho a sanidad o a conseguir un permiso de residencia. Esta orden, la PRE/1282/2007 del 10 de mayo, nació porque nos obligaba la Unión Europea, ese grupo gobernado por lucrosos países norteños que tratan a sus vecinos del sur de cerdos.
Esa misma orden dio a conocer un nuevo trámite: La carta de invitación. Bajo ese nombre apaciguador y aparentemente panaceo, nos encontramos ante, ni más ni menos, que una sagrada inquisición que busca controlar hasta el más recóndito rincón de tu intimidad. Imagina que tienes un amigo, familiar o pareja en el extranjero y quieres ahorrarles el trámite de la reserva del hotel. Pues bien, agárrate porque vas a flipar:
- Debes de demostrar en comisaría que tienes casa propia (o que tienes un contrato de alquiler).
- Debes presentar la fotocopias del pasaporte de la persona a invitar.
- Debes demostrar la relación con esa persona, mostrando tu correo postal (o digital) y/o las fotos en las que apareces con esa persona. Si hace falta chequearán ambos pasaportes para verificar cuando coincidiste con esa persona.
- Debes indicar el periodo por el cual se quedará hospedado en tu casa.
- Además debes firmar una declaración donde indicas que no eres proxeneta ni comerciante de esclavos. Bueno, no lo dice con esas palabras, pero por desgracia se sobreentiende.
- Esperar entre uno y dos meses.
Ahora imagina que la casa donde vives no es tuya. Por ejemplo imagina que vives con tus padres. ¿Cómo puedes demostrar el parentesco o la amistad de tu padre con tu pareja o colega? No puedes, el sistema es defectuoso y vicioso de por si. Repito, todo esto para tener un mísero visado de clase turista. Un visado que te da un máximo de 90 días de estancia... Y para obtenerlo te hacen pasar por un proceso digno de la Gestapo. ¡Es absurdo! Un sudamericano se puede gastar perféctamente entre 1000 y 2000 euros en billetes de avión, ¿semejante gasto no es ya suficiente demostración de potencial económico? Se supone que estamos en crisis y que el principal motor económico de España es el turismo y llevamos ya 5 años con esta mierda. Básicamente nos estamos cargando un sector por un miedo extremadamente incoherente y xenófobo.
Chale ni mi esposa me pide tantos requisitos para poder salir de viaje.
ResponderEliminarPues yo cuando me vine a Helsinki, si queria que me dejaran quedarme más de 3 meses, tenia que acreditar ahorros o ingresos de 800€ por mes de estancia... Como mi erasmus era 9 meses y soy de la UE, acreditando 7200€ en ahorros me dieron permiso de residencia permanente, pero me tocó darles extractos bancarios y todo...
ResponderEliminarEl tema de los visados y todas esas cosas está super chungo... suerte que como Europeos podemos viajar facilmente a muchos paises, ahorra mucho tiempo y dinero!
Más que el hecho de demostrar tu capacidad económica, es la forma de tramitarlo todo, sobretodo con la "carta de invitación". Quiero decir, yo soy español y carezco de tarjeta de crédito... tengo sólo una tarjeta de débito. Nunca me ha hecho falta una de crédito porque gracias a root siempre gasto menos de lo que tengo.
ResponderEliminarY lo de la carta de invitado es una soberana idiotez. Ya cuesta hacer coincidir las vacaciones de dos personas como para encima tener que planificarlas medio año antes para poder tener a tiempo el trámite. Resulta kafkiano que en ese sentido sea más fácil reservar un hotel y no acudir a él que intentar "ser legal".
En cierta forma toda esta parafernalia de papeles y desmesuras sólo consiguen incrementar, desgraciadamente, que haya más inmigración ilegal que legal.