17 años en Internet

28 junio 2010

Kinect

Me he documentado un poco más sobre el supuesto "Wii-Killer" que prepara Microsoft. En principio su fecha de salida está prevista para el 4 de noviembre de este año, a un precio de 149,00 USD y se espera que tenga más de una decena de títulos en el día de lanzamiento. Haciendo unos cálculos rápidos en nuestras tierras debería de salir por unos 139 euros (149*0,80*1,116+redondeo).

Una cosa que me ha llamado la atención es que, pese a estar conectado a la videoconsola a través de un puerto USB 2.0, requerirá de una fuente de alimentación externa. El gadget funcionará como una especie de Wii potenciada: emitirá una serie de infrarrojos, que serán detectados con un sensor CMOS monocromo y los objetos captados serán calibrados con un filtro de calor (tecnología aportada por PrimeSense).

Esto debería de significar que Kinect podrá delimitar nuestra habitación en 3D independientemente de la luz ambiental (debería de funcionar incluso con la luz apagada). La principal diferencia con la Wii es que la detección de movimientos se realizará por software a través de unos filtros de calor, mientras que en la Wii se utiliza un hardware extra (Wii-mote).

Ejemplo de filtro de calor

El principal problema de la Wii es que es el Wii-mote quien emite los rayos infrarrojos, haciendo que sea necesario comprar un mando por jugador. En cambio, utilizando los filtros de calor de Kinect no se necesita la presencia de ningún gadget extra para añadir más jugadores: el cacharro detectará el número de personas a jugar y los identificará haciendo uso de los rasgos físicos detectados en la webcam y de la profundidad (distancia) en la que se encuentran en cada momento.

Con toda esta teoría, parece ser que Kinect debería funcionar igual de bien que una Wii, pero no creo que su detección de movimientos funcione mejor que una Wii con Wii Motion Plus. Eso sí, Kinect cuenta con una ventaja aplastante: puede reconocer los movimientos de todas las extremidades del individuo, mientras que la Wii sólo puede reconocer las de un brazo.

Claro que toda esta teoría no sirve de nada sin la práctica... y hasta noviembre no podremos hincarle el diente.

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