Cenando me puse a ver el canal de 24h. Estaban dando una tertulia y el tema a tratar era Fukushima. Entre los invitados se encontraba Agustín Alonso, un catedrático de Física Nuclear de la Universidad Politécnica de Madrid.
Ante las atentas descripciones de esta ilustrísima persona, se hace una pausa para seguir en directo el último informativo de la NHK. Dio en el clavo, todo lo que minutos antes este señor decía que sucedería... estaba sucediendo. Además, tras aclarar que no existe riesgo alguno de explosión nuclear, el experto se permitió dar una serie de coletillas bastante alarmantes:
- Lo que hizo daño no fue el terremoto, fue el tsunami que inhabilitó el sistema de emergencia. La central estaba estratégicamente situada al lado del mar para poderla refrigerar fácilmente.
- Cargar helicópteros con agua para refrigerar los reactores es como apagar el incendio de un bosque con un botijo.
- Tienen el mar al lado y están hablando de llevar camiones cisterna. Algo raro debe de estar pasando.
- Los trabajadores que necesita la central para salir adelante son fontaneros y bomberos. Son los únicos capaces de trasladar el agua de forma más eficiente hasta las piscinas de los reactores. Además estos trabajadores seguramente serán voluntarios.
- Estos trabajadores estarán expuestos a horas de radiación. Las piscinas de los reactores son gigantescas y tardarán horas en llenarlas. Cuando un fontanero va normalmente a una central sólo puede estar expuesto un par de minutos a la radiación, aquí van a pasar horas, por eso digo que deben ser voluntarios. El caso de Chernobyl fue distinto, muchos trabajadores fueron engañados.
- La única protección que pueden usar son impermeables, para cubrirse de los rayos alfa. Pero necesitan trajes de plomo para protegerse de los rayos gamma. Lógicamente no van a usar trajes de plomo, les reduciría mucho la movilidad. Una sola rasgadura en el impermeable y están condenados. También deberían de llevar mascarillas, para evitar la aspiración de partículas.
- Dependiendo de la cantidad de radiación que sufran, podrían morir en días, como fue el caso de Chernobyl o bien podrían desarrollar en el futuro enfermedades cancerígenas.
- Los tres reactores están condenados. Seguramente permanecerán enterrados como monumento a lo que el hombre no fue capaz de prever.
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